Un paso grande en la ruta de crecer...

Este post va dedicado a mi madre...

Estoy de duelo, estoy pasando el duelo de crecer, muchas nuevas decisiones en mi vida que generan que tenga nuevas sensaciones...

Como nada es casual, y como me suele pasar, el cine parece la ilustración que viene acompañando mi vida... Ví Libero, pelicula italiana, también XXY, película argentina...Ambas muestran relaciones familiares y sobretodo relaciones padres-hijos, como los padres son capaces prácticamente de cualquier cosa por sus hijos, lo que sufren cuando algo les pasa, también las expectativas que ponen sobre sus niños y hasta lo duro que puede ser aceptar que lo que los hijos quieren ser no es lo que ellos imaginaron...

Particularmente, nunca sentí que mis padres quisieran que yo fuera no sé, médico por ejemplo, todo lo contrario siempre tuve la libertad de elegir lo que se me dió la gana y siempre con el apoyo de ellos, o más bien, de mi madre...

¿Les ha pasado que en algún momento de la vida adulta así de la nada se les vino a la cabeza alguna decisión que sus padres tomaron cuando eran chicos, que en ese momento no entendieron nada y que de pronto cierra perfectamente? A mí me pasa y me encuentra con una sonrisa porque viene acompañada de la clásica frase: "Cuando seas grande lo vas a entender" ja! Y sí! lo entendí y encima se vino sólo a la cabeza como si hubiera quedado latente...

Con 28 años, bastante grande, bastante malcriada, bastante felizmente mimada, hice un recorrido por las calles en donde crecí, en donde pasó mi infancia, hasta que llegué a una plaza que mi mamá me llevaba cuando yo era chica, la cual yo AMABA, me encantaba y sobre todo porque íbamos las noches de verano a jugar y tomar un helado. Qué lindo jugar con la luz de las estrellas, cómo lo disfrutaba! La semana pasada fui, entré y caminé por los senderitos de adoquines que aún conserva, me senté a escuchar el tren pasar y a ver a una señora con sus dos hijitos jugando en los mismos juegos en donde yo jugaba hace casi 25 años! cerré los ojos y nos ví... Vi a mi mamá y a mi jugando, me puse a llorar, me dio mucha nostalgia pero me ayudó y me tranquilizó. Entendí que el miedo que tuve desde chica a que mi mamá se muriera terminó ahí y se fue con el tren que me tomé para volver a la casa en donde vivimos ahora... Al fin y al cabo es el miedo a crecer, a perder la protección y el calor que dan los brazos de mamá... Pero eso nunca se pierde y a mi me deja en paz para seguir adelante....

Celeste